Pablo Castro Pinos y Manuel Álvarez reciben del COE la medalla honorífica por su condición de campeones del mundo de una disciplina que no está en los Juegos .

Pablo Castro Pinos y Manuel Álvarez Iglesias ya tienen su medalla olímpica. Los dos pescadores leoneses, que tienen en su haber la vitola de campeones del mundo, reciben esta distinción honorífica por parte del Comité Olímpico Español como premio a sus éxitos en una disciplina que aún no está dentro del programa de unos Juegos pero que cuenta con millones de practicantes como es la pesca deportiva.

La medalla que tanto Pablo como Manuel tienen en su poder la concede el COE de manera excepcional como premio añadido a un éxito de talla mundial en el que ambos son protagonistas. No en vano en lo que va de mundiales España sólo ha logrado dos triunfos siendo Pablo el protagonista en los dos de ellos (2015 y 2016) y Manuel en uno (2016).

Para Manuel esta medalla olímpica que concede el COE supone el «reconocernos nuestro esfuerzo y sacrificio tanto a nivel particular como también el de una disciplina como la pesca deportiva que cuenta en muchos países con una importancia notoria y que en España aún sigue creciendo y necesitada también de apoyos».

Para Álvarez Iglesias, campeón defendiendo a la selección nacional en Colorado 2016, «este reconocimiento representa para mí una dosis extra de ilusión porque reconoce una cerrera deportiva que espero que siga en los próximos años. Llevo diez años compitiendo y muchos más como pescador y esta medalla supone que en nuestro país valoran lo que estamos haciendo, en este caso personificado en mí y en Pablo pero extensivo al resto de pescadores que nos dedicamos a esta modalidad deportiva que muchas veces si no es todas nos cuesta dinero».

Manuel espera que en un futuro la pesca deportiva pueda ser también olímpica. «Queda mucho camino por recorrer pero confío que con el paso de los años a los pescadores nos vean también como integrantes de la familia olímpica».

Por su parte Pablo Castro Pinos calificaba esta distinción por parte del Comité Olímpico Español como algo «indescriptible». Para el doble campeón del mundo que también contabiliza tres bronces en dicho campeonato así como un oro y una plata en el Europeo, «el hecho de que estas medallas las conceda el COE de manera excepcional y sólo una vez en la vida al deportista supone para mí una alegría tremenda. Es el premio a tantos y tantos años de amor por esta modalidad deportiva en la que las recompensas son más bien escasas. No sabía de la existencia de este reconocimiento y cuando me lo comunicaron no pude sino que llorar de emoción. Ya lo tengo en mi mano y es algo que recordaré siempre».

Castro Pinos no se quiere olvidar de todos los que han estado a su lado durante tantos años. «Para mí la pesca es una forma de vida. Por desgracia en este país no puedes vivir de ella a nivel deportivo y la tienes que compaginar con un trabajo. Por eso quiero agradecer a mi familia que tanto me ha aguantado y a la que he robado muchas horas para salir al río o competir, también a mi patrocinador Jon Huerga y en especial al Ayuntamiento de León que me ha permitido disponer de días para poder viajar a los torneos. Sin todos ellos no sería posible y por eso ahora, y siempre que logro algo, los tengo en mi mente».

Manuel y Pablo son conscientes que este premio supone un premio a sus éxitos pero también que esto no debe quedarse ahí y tienen que seguir trabajando para acumular nuevos triunfos. También que, como leoneses, esta provincia cuenta con muchos y muy buenos pescadores. «Prueba de ello son los éxitos con representantes leoneses y también la presencia continua en la selección española».